Ser un soldado no es difícil: o te acostumbras o te matan. Lo más duro es conseguir vivir con tus recuerdos y volver a ser tú mismo después de hacer lo que has hecho.
Un adolescente le pregunta a su amigo: ¿y qué pasa si nos rompen la ropa o nos manchamos de sangre?
Esta podría ser la típica historia de Chico conoce Chica. Pero Chica y Chico se acercan a una edad complicada y les asalta una duda existencial: ¿de qué se ríen las hienas?
"Coño Marcos qué haces aquí, no te veía desde Berlín". Y yo, por supuesto, no me llamo Marcos, y por supuesto no he estado nunca en Berlín.