Entrevista a Estrella Galán (CEAR)

Más de 65 millones de personas en el mundo han tenido que elegir entre un ataúd y una maleta: huyen de sus países debido a guerras, violaciones de derechos, persecuciones... Desde Secretaria General de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) se les brinda ayuda para rehacer sus vidas: centros de acogida, servicio jurídico, atención psicológica y social... Son muchas las personalidades del mundo de la cultura, la justicia y la comunicación, entre otros, que apoyan a las personas refugiadas y sus derechos a través de CEAR. Hablamos con Estrella Galán, Secretaria General de esta organización. Entrevista por Montse de la Cal ¿Cuándo se crea CEAR y para qué? Se crea en 1979 con un grupo de personas que habían vivido en sus propias carnes el exilio y empiezan a ver como personas de América Latina llegan hasta nuestro país huyendo de las dictaduras. Ven la necesidad de que España gestione de alguna manera esa acogida y también para que a nivel político España firme y ratifique los acuerdos internacionales que garantizaban la protección a los refugiados en aquel momento en Europa. Actualmente, ¿de qué países provienen principalmente los refugiados que llegan a España? Principalmente de Siria, no solo en España, sino en todo el mundo. Pero no podemos olvidar que la UE tiene muy cerca un conflicto, Ucrania. Por lo tanto, la segunda nacionalidad más importante es la ucraniana. La tercera sería Venezuela, y luego Palestina. ¿Cuántas peticiones de asilo hay en nuestro país al año y cuántas se resuelven? En España han llegado casi 15.000 personas solicitando protección internacional. Lamentablemente, el porcentaje de aceptación es ínfimo. Solo un treinta por ciento consiguen algún tipo de protección. ¿Y cuánto tiempo se puede tardar en conseguir la protección internacional? Cuando una persona es admitida en España como solicitante de asilo, el estudio de su caso varía en función de los países. Hay países en los que el proceso es más o menos ágil como en el caso de Siria, que actualmente tarda en resolverse entre seis y ocho meses, pero hay países con los que España tiene una mala práctica que consiste en dejar dormir los expedientes hasta ver si se resuelve o no el conflicto. Es el caso por ejemplo de Ucrania, Somalia, Centroáfrica. Esta situación nos parece que es absolutamente intolerable, porque las personas se quedan en un limbo sin saber qué va a ser de su futuro, sin ser tratado como el resto de solicitantes de asilo. ¿De cuántos años estamos hablando en el caso de estos conflictos? Hay casos que están en estudio desde hace más de dos años y que siguen sin saber nada. A menudo hablamos de Grecia o de Italia y nos olvidamos de nuestras fronteras. ¿Cómo son las vallas de Ceuta y Melilla? España cuenta con una de las fronteras más importantes de Europa, que es la Frontera Sur, vinculada a los territorios de Ceuta y Melilla. Desde hace unos años estas fronteras se han convertido en un espacio oscuro donde los derechos humanos son violados sistemáticamente. CEAR se ha personado en algunas causas como acusación popular, ante la violación flagrante de derechos humanos en estos territorios. Las devoluciones en caliente o ilegales son una práctica habitual en nuestro país donde cada vez se ponen más impedimentos para que las personas accedan al procedimiento de asilo. Las autoridades españolas delegan en Marruecos el acceso a sus fronteras, sabiendo que es un país que no respeta los derechos humanos, sin importar como son tratados los migrantes y refugiados una vez son devueltos a ese país. Hay migrantes que pueden ser refugiados en los campos de Bolingo y monte Gurugú en Marruecos. ¿Tienen acceso a solicitar el asilo? Hoy por hoy se está produciendo una situación bastante paradójica en nuestra Frontera Sur. Las personas de origen subsahariano no tienen de facto libertad circulatoria en Marruecos, sobre todo en las zonas próximas a Ceuta y Melilla, y eso les impide acercarse a la frontera española, donde en el mes de noviembre el gobierno español puso en marcha dos oficinas de asilo para que supuestamente los refugiados pudieran acercarse y pedir protección internacional. Hasta ahora, los únicos que han podido solicitar protección internacional son personas de origen sirio, que tienen todavía que seguir pagando a las mafias para poder superar esa primera frontera marroquí. En ese sentido, estas oficinas de asilo no juegan el papel que deberían jugar. Por tanto, las personas subsaharianas están abocadas a echarse al mar y jugarse la vida o saltar esa valla donde las concertinas generan heridas muy graves y no solo arañazos como en alguna ocasión se ha querido insistir. ¿Qué opináis desde CEAR de que países como Etiopía, de los más pobres del mundo, acoja a más de 800.000 refugiados que llegan de Somalia, Eritrea, Sudán... y sin embargo Europa siga regateando si 15.000 arriba/abajo? Mientras Europa sigue diciendo que es inasumible el número de refugiados que llegan, tenemos que destacar que realmente son los países limítrofes o empobrecidos los que soportan el mayor peso. Hoy por hoy el 86% de los refugiados en el mundo están en países limítrofes. En el caso de España solo el uno por ciento de los solicitantes de asilo que llegaron a la UE, entraron por nuestro país. Por tanto, estamos hablando de cifras absolutamente ridículas, vergonzosas y por supuesto más que asumibles por el continente más rico del mundo. ¿Por qué CEAR se opone al acuerdo UE-Turquía (18 marzo 2016), según el cual Europa pagará a Turquía 6.000 millones de euros por hacerse cargo de los casi tres millones de refugiados sirios que viven en su territorio? El acuerdo UE-Turquía es absolutamente ilegal, vulnera todos los acuerdos internaciones ratificados y firmados por cada uno de los estados de la UE, que no permiten la devolución de personas cuya vida corre peligro a países no seguros. Turquía se considera hoy un país no seguro, porque no respeta los derechos humanos de sus propios ciudadanos ni, por supuesto, de los refugiados e inmigrantes. El Día Mundial de las Personas Refugiadas 15 ONGs habéis presentado medidas urgentes delante del congreso, para que las ponga en práctica el próximo gobierno. ¿Nos puedes decir cuáles son? Para nosotros es fundamental que el nuevo gobierno que se conforme, sea del color que sea, adopte una serie de acuerdos de cara a las personas refugiadas y al derecho al asilo. En ese sentido 15 organizaciones hemos presentado unas medidas que consisten por un lado en poner en marcha vías legales y seguras para que los refugiados no tengan que verse obligados a ponerse en manos de mafias o jugarse la vida en rutas cada vez más peligrosas y por otro lado instar a que España, con diferentes medidas, sea uno de los países ejemplo en materia de derecho de asilo. Una de vuestras reivindicaciones es que se pueda solicitar asilo en los propios países vecinos a las zonas en conflicto. ¿Es una medida que se podría adoptar inmediatamente? La ley de asilo actualmente contempla la posibilidad que las personas que necesiten protección internacional puedan solicitar protección en embajadas y consulados de países limítrofes, cercanos al país de donde la persona está huyendo. Para poder poner en marcha esta medida necesitamos que se active un reglamento que llevamos esperando desde 2009, cuando se aprobó la Ley de Asilo, y que de momento no se ha desarrollado. En todo caso, al margen del reglamento, si España tuviera voluntad, se podría facilitar la posibilidad de que las personas refugiadas puedan pedir protección en las embajadas y consulados para ser trasladadas por la vía humanitaria hasta países seguros. ¿Creéis que hay refugiados de primera y de segunda según vengan del África Subsahariana o sean de piel blanca, provenientes de países más cercanos como Oriente Medio o Este de Europa? Desgraciadamente en todo este contexto, los refugiados de origen subsahariano son los grandes olvidados. En África Subsahariana hay conflictos eternos, lo que nosotros llamamos conflictos olvidados, donde no hay ningún foco de atención mediático, informativo, ni político. Donde hay miles de intereses de la propia UE o de otros países. ¿Creéis que hay recursos suficientes para ayudar a 65 millones de desplazados y refugiados que hay ahora mismo en el mundo? Claramente tenemos una responsabilidad con estos conflictos que están expulsando personas cada día. Y en la medida en la que somos corresponsables de esa circunstancia, los países con más posibilidades deben dar un paso al frente. La responsabilidad no iría solo en materia de acogida, que también, sino de políticas con coherencia. Hay que depurar esos intereses que hoy por hoy son más comerciales que humanos y centrar las políticas en las personas y no tanto en los intereses económicos.