Olga es muy divertida, siempre se lo han dicho todos; ya en el instituto, e incluso en la escuela, era la alegría de la huerta. Vive desde hace poco con Carlos y todo es un remanso de amor hasta que decide convertirse en youtuber. Cree que a todos esos que lo hacen les falta la crítica política y social, el factor humano. Por eso quiere ella hacerlo, para convertir Youtube en una plataforma por los derechos humanos.
Estudia dirección cinematográfica en el CECC de Barcelona después de un ciclo formativo de audiovisuales en el maravilloso barrio de Son Cladera, Palma de Mallorca. Desde ese momento, e incluso antes, no para de realizar películas de todo tipo: cortometrajes, documentales, bodas, bautizos y comuniones. Ahora, tras un corto lapso de 10 años en el que se ha dedicado a educar a dos niñas preciosas, vuelve a rodar con fuerzas renovadas y con la ayuda inestimable de Gonzalo y Paula.