[...] los saharauis no tienen derecho a un juicio justo y pueden ser detenidos y encarcelados durante 4 años sin que nadie haya tenido la oportunidad de escucharlos [...]
Entrevistamos a Álvaro Longoria, co-fundador de Morena Films y uno de los productores más importantes de nuestro país ('Che', 'Habitación en Roma', 'El monje', 'Looking for Fidel'...). Es también el director y guionista del largometraje documental 'Hijos de las nubes. La última colonia', producido y protagonizado por Javier Bardem, que trata sobre el conflicto saharaui, estrenado en mayo y cuyo DVD sale a la venta en septiembre. Nos recibe en la sede de Morena Films, cercano y entusiasmado, quizás algo nervioso, porque nos confiesa que está más acostumbrado a entrevistar que a ser entrevistado.
¿Por qué y para qué esta película?
En el 2008 nos invitaron al Fisahara. Fuimos Javier [Bardem] y yo juntos, y estuvimos en la misma jaima. Fue muy divertido y alucinante, pero lo más impresionante fue ver lo poco que sabíamos del Sahara. Decidimos investigar un poco más, incluso hacer pequeñas entrevistas y cuanto más profundizábamos más apasionante y chocante era la historia, así que decidimos que teníamos que hacer algo y empezamos la plataforma Todos con el Sáhara.
¿Os sentíais un poco culpables o avergonzados como españoles?
A mí personalmente lo que mas me impresionó, que es el momento cuando te vuelves de espectador a activista, fue cuando una saharaui me llevó a su jaima y me enseñó lo que era su tesoro: una caja de latón de la que sacó su DNI español. Yo no sabía entonces que eso existía, y cuando la vi llorando al enseñarme el DNI sentí indignación y vergüenza por haber abandonado así a esta gente.
La película comienza con las 5000 familias acampadas a últimos de 2010 en las afueras de El Aaiún, pidiendo que se respeten sus derechos humanos, y la intervención del ejército marroquí que arrasó el campamento. ¿Aquí pudo comenzar la primavera árabe?
Sí, de hecho algunos intelectuales como Noam Chomsky que defiende esta teoría, dicen que la Primavera Árabe empieza en el campamento de Gdeim Izik, 2 meses antes de las revueltas en Túnez, y sí que es bastante probable, porque la lucha de los saharuis cumple todos los requisitos que luego se han reflejado en las demás revueltas árabes.
Los españoles convivimos modélicamente durante un siglo con los saharauis, como ninguna otra colonia en África. Tenían carnet español, seguridad social, los niños iban juntos al colegio. ¿Cómo es posible que no nos odien por mentirles y abandonarles?
Es bastante chocante esa dignidad del Saharaui, es quizás lo que más te enamora de esa gente, enfrentarse a algo tan duro de una forma tan digna. No le echan la culpa de su problema a nadie a pesar de que todo el mundo les ha engañado, esa falta de odio es muy bonito de ver.
Para los testimonios de la parte ocupada por Marruecos (Aaiún, Smara) habéis recurrido a imágenes de archivo. ¿Por qué?, ¿era imposible grabar dentro?
No sólo imposible, es que nos recomendaron que no fuésemos. Yo, en el proceso de hacer la película, he mantenido extensas conversaciones con las autoridades marroquíes; íbamos a ir a Rabat, Casa Blanca y luego al territorio ocupado, de forma oficial, porque siendo Javier una persona tan pública no podíamos hacer una cosa de tapadillo, y cuando ocurrió lo del campamento de Gdeim Izik fueron las propias autoridades marroquíes quienes nos dijeron “no vengáis porque es una idea muy mala”.
¿Pueden entrar los periodistas en esta área? ¿Y los turistas, la pueden visitar?
Tanto los periodistas como los observadores de derechos humanos pueden entrar con un permiso especial y muy pocos días. Hemos entrevistado a muchos de ellos y sí que algunos entran y están dos o tres días, vigilados constantemente por la policía secreta. Sin embargo los turistas, como no hay una frontera entre Marruecos y el Sahara occidental, sí pueden entrar; lo que hace mucha gente es, por ejemplo, ir a Agadir y bajar en coche.
¿Qué está ocurriendo actualmente en las zonas ocupadas por Marruecos? ¿Se violan los derechos humanos a diario?
Sí, la situación es bastante terrible. Los saharauis no tiene derecho a un juicio justo y pueden ser detenidos y encarcelados durante 4 años sin que nadie haya tenido la oportunidad de escucharles. Falta un estado de derecho. Y lo más frustrante es que no hay un motivo claro por el cual la policía marroquí tiene que ser tan dura con gente que lo único que hace es expresar una oposición pacífica. Sin embargo, reciben una represión muy violenta, excesiva y contraproducente.
[...] lo que más me impresionó fue cuando una saharaui me enseñó lo que era su tesoro: una caja de latón de la que sacó su DNI español [...]
En la Sección Oficial de este año tenemos programado el documental 'Gdeim Izik. El campamento de la resistencia saharaui', del cual tomas algunas imágenes para tu película; en ella se ve a jóvenes lanzar piedras a la policía marroquí, coches ardiendo…
Es verdad que hay núcleos de jóvenes saharauis que están presionando para tener una resistencia violenta. En la sociedad saharaui se respeta mucho a los mayores y como éstos siguen mandando sobre los jóvenes, es lo que permite que todavía no haya violencia. Pero está cogido con alfileres, cualquier día los jóvenes… Es que no queda mucha alternativa, es decir, si tú estás en una situación donde no tienes derecho a un juicio justo, la policía puede entrar en tu casa, pegarte una paliza y no pasa nada, donde no tienes representación en tu gobierno local, ¿qué opción tienes, cuando en el mundo entero otros grupos están obteniendo mucho más utilizando la violencia? Y sin embargo los saharauis que han cumplido las reglas, la legalidad, que han sido “buenos”, sólo les ha servido para ser engañados. Lo dice la propia Aminetu Haidar en la película, ya no sabe cómo convencer a los jóvenes de que no cojan las armas. Porque hay muchos grupos en el mundo que están deseando que se levanten en armas, para aprovecharlo.
Parece que la mayoría de los norteamericanos tienen la visión que les da su gobierno sobre la ocupación del Sahara, hasta que conocen de cerca la realidad ¿Esto mismo ocurre con nuestro país vecino? ¿Qué opinan los ciudadanos franceses acerca del conflicto?
Es sorprendente porque en todos los países en los que yo he estado con esta película, que ya ha viajado por muchos festivales, siempre recibo la misma respuesta del público: “no teníamos ni idea”; de hecho, quizá, el mayor triunfo marroquí sea el haber conseguido que esta situación sea desconocida en el mundo entero. Y un poco esta película busca transmitir a esa gente la responsabilidad que de alguna manera comparten y les incite a recordar a sus gobiernos que son responsables y cómplices de una situación injusta, donde todos los derechos fundamentales de las personas están siendo vulnerados y no hay ningún país en el mundo que reconozca la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental.
¿Cuándo vais a estrenar en Estados Unidos y Francia?
La película se estrenará en Canadá en septiembre, dos semanas antes de vuestro festival, y desde allí pasará a estrenare en EEUU en octubre. La ventaja que tenemos es que Javier Bardem, al ser una persona tan conocida, sí que va a hacer que la historia tenga una repercusión mediática. Ese es el mayor éxito de esta película, que la gente se entere de cuál es el problema y la situación del Sáhara.
España junto con Naciones Unidas es la administradora legal del Sahara. Realmente ¿podríamos hacer algo?
España tiene la posibilidad de influenciar en la UE para que tomen una posición distinta respecto al Sahara, pero España como país independiente no tiene el poder ni el deseo de influenciar a Marruecos para que cambie de política. Sólo va a cambiar si se le obliga desde los dos grandes poderes, la UE o EEUU, o ambos.
La película refleja la ineficacia y gran mentira de la ONU durante estos 37 años. En la actualidad hay 200.000 saharauis en campos de refugiados y otros tantos en los territorios ocupados, víctimas de torturas por una de las policías más duras del mundo. El muro de la vergüenza que parte el Sahara en dos, es custodiado por 100.000 soldados marroquíes, poseen radares pagados por Europa, y está rodeado de diez millones de minas. Tu película termina con la intervención de Bardem en la ONU, informándonos que en diciembre de 2011 EEUU congeló la ayuda militar a Marruecos a la espera de clarificar la situación de los derechos humanos; ¿se está moviendo algo?
Cuando estuvimos en las Naciones Unidas tuvimos la suerte de hablar con los embajadores fuera de cámara, tanto con el americano como con el francés e inglés; curiosamente el español no. Nos contaron que había un movimiento en muchos de los países importantes de las Naciones Unidas para conseguir desatascar el problema de los derechos humanos en el Sahara. Es decir, la situación ahora mismo es extrema, no hay una autoridad legalmente responsable, están totalmente solos, no tiene a quien acudir. Sí que hay una consciencia en la diplomacia internacional para intentar solucionarlo, no ya desde la Minurso, los cascos azules, porque Marruecos no lo va a permitir jamás, sino a través de otras agencias de Naciones Unidas.
[...] hay un pánico por parte de las autoridades de la UE de que si Marruecos se ve atacado en el tema del Sahara, pueda abrir las fronteras a inmigrantes subsaharianos para que entren a Europa [...]
¿Cómo es posible que sea el único caso en el mundo en el que los cascos azules no pueden supervisar los derechos humanos?
No olvidemos que Marruecos, aunque no es miembro permanente, está en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Diplomáticamente son unos hachas, lo hacen muy bien, tienen muchísimo dinero y lo utilizan contratando lobbies, asesores de imagen… si tú tienes dinero te puedes librar de casi todo.
¿Y cómo están los acuerdos de pesca entre Marruecos y la Unión Europea?
Se están renegociando ahora. Es posible que se vuelvan a implementar, es decir, no hay una posición clara de condena por parte de la Unión Europea a Marruecos por su ataque a los derechos humanos en el Sahara. Pero el hecho de que François Hollande sea el nuevo presidente de Francia puede cambiar mucho el equilibrio europeo para desbloquear esta situación, que sería beneficiosa también para Marruecos. Él es el primer interesado en ser visto como un miembro que respeta los derechos humanos y la legalidad internacional.
En 1991, después de 19 años de guerra entre el Sahara y Marruecos, con éste cerca de la ruina y EEUU cansado de financiarle, se confecciona un plan de paz. George Bus padre también promete el referéndum. Llegan las Naciones Unidas al territorio, se produce el alto el fuego y… en 2012 decimos que algo se está moviendo ¿por qué tiene tanto poder Marruecos?
Por dos motivos principales, primero económico y segundo geoestratégico. Marruecos es aliado militar de EEUU. Las bases americanas en África están en Marruecos, se considera eje clave de su estrategia militar. Y por otro lado Marruecos y la UE son grandes aliados comerciales. No olvidemos que Marruecos controla los bancos de pesca del Sahara, de los mayores del mundo; la segunda mayor mina de fosfatos del mundo está en el Sahara, también controlada por Marruecos. Y luego está la idea de que mas vale llevarse bien con tu vecino, aunque sea un poco malote, porque así no te fastidiará a ti también. Hay un pánico por parte de las autoridades tanto españolas como de la UE, de que si Marruecos se ve atacado en su tema sagrado, el Sahara, pueda recurrir a abrir las fronteras a inmigrantes subsaharianos para que entren en Europa; o presionar a España con Ceuta y Melilla, o Canarias. No olvidemos que Marruecos también reclama Canarias como territorio marroquí. Es decir, es una partida de ajedrez muy complicada y Marruecos tiene muy bien atados a sus aliados.
Hassan II aparece en la película como un tipo inteligente pero muy corrupto. Violó el derecho internacional y en contra de las resoluciones de Naciones Unidas invadió un país, construyó un muro de la vergüenza, no aceptó el referéndum y cuando lo hizo llenó el territorio de marroquíes para sumar votos; cuando se dio cuenta de que sus ciudadanos iban a votar por la independencia volvió a entorpecer el referéndum; y siempre con regalos y sobornos a los dirigentes del MINUSO o del consejo de descolonización de la ONU… ¿habéis recibido amenazas o insultos por presentarnos así al rey?
Hubo un momento durante el rodaje de la película que nos planteamos si estábamos pasando la línea de seguridad y tuvimos conversaciones con las autoridades españolas para ver si de verdad estábamos en peligro. Nos dijeron que no había corríamos ningún peligro por ser Bardem un personaje tan público. Sí que ha habido activistas que han sufrido, porque a Willy Meyer le rompieron un dedo, le pegaron un par de tortas, pero parece ser que los marroquíes nunca recurrirían a ese tipo de represalias porque son muchísimo mas maquiavélicos que eso.
[...] fue una de las cosas más frustrantes e impactantes de este rodaje, que todo el tiempo nos ignoraban [...]
¿Qué visión tienen en Marruecos sobre la película?
Durante estos 4 años que tardamos en hacer la película, he hecho un esfuerzo muy importante por conseguir la visión marroquí sobre el tema. Al principio parecía que sería posible, pero luego pensaron que no éramos neutrales y nos tacharon de agentes argelinos; eso me encantó, de repente me dije: “¡soy agente argelino!”. Y no es que los argelinos queden especialmente bien en la película, pero para Marruecos nosotros somos agentes argelinos y hacemos propaganda argelina y polisaria, con una intención clarísima de desprestigiarles a ellos.
Entonces, ¿sigue existiendo esa visión de cuando acabó la Guerra Fría, según la cual Marruecos se aliaba con al bando occidental, EEUU y Francia, y el Sahara con Argelia y el Bloque Soviético?
Quizás el último vestigio en el mundo de la Guerra Fría es Marruecos y Argelia. No hay que olvidar que la única frontera cerrada en el mundo está entre Marruecos y Argelia, bueno, también entre Corea del Corte y del Sur. Son enemigos declarados y el Sahara está en medio, y es utilizado por ambos.
¿Qué pasó con las 230.000 firmas que recogisteis y presentasteis en Moncloa?
Eso me gustaría saber a mí. Yo creo que están en alguna basura. La verdad es que fue bastante triste, después de dos años recogiendo 230.000 firmas. Son muchísimos ciudadanos españoles tomándose tiempo para firmar el manifiesto y fuimos totalmente ignorados. Quizá eso fue una de las cosas más frustrantes e impactantes de este rodaje, que todo el tiempo nos ignoraban: "no queremos que existáis", "que pesaos estos tíos". En conversaciones con ellos me decían: "¿por qué no lo dejáis ya?, esto no hace bien a nadie". De alguna manera nos decían que lo que estábamos haciendo era malo para España. Como que las autoridades españolas saben más que sus ciudadanos, tienen esa sabiduría por encima de lo que la propia ciudadanía puede pensar; creen que gestionan esta crisis en el interés de todos, en contra de nuestro deseo. Pero los españoles están totalmente a favor de resolver este conflicto.
Lanzáis la idea de que los cambios nunca parten de los gobiernos sino de los ciudadanos cuando se unen y se mueven. ¿Este mensaje va dirigido sólo a la causa saharaui?
No, es obvio lo que está pasando, que la gente ha dicho basta, y no está dispuesta a que unos dirigentes, aunque sean elegidos por el propio pueblo, tomen las riendas de las decisiones políticas. Yo creo que la gente quiere recuperar la democracia, el control sobre las cosas que se hacen. Eso es lo que está pasando en el Movimiento de Indignados o 15M, Ocupa Wall Street o la Primavera Árabe. No olvidemos que la democracia es el gobierno del pueblo, no es el gobierno de aquellos que están nombrados por el pueblo.
Manifestaciones, recogida de firmas, visita a la ONU, cuatro años sacando una película y ahora festivales, entrevistas. ¿Crees que ha valido la pena? ¿Estáis cansados del compromiso y la responsabilidad?
Es muy bonito cuando has hecho un trabajo como este ver que tiene un efecto en la gente, y eso es algo que a nosotros nos da muchísima energía. Yo cada vez que presento la película me emociono porque se ve que la gente quiere ayudar a los saharauis, que entiende el problema, que está en total desacuerdo con el status quo. Es nuestro pequeño granito de arena. Nosotros lo hacemos con una película, vosotros con un festival, otros lo hacen trayendo niños saharauis y otra gente yendo allí a ayudar, pero al final todos estamos en el mismo barco, entre todos se puede hacer la diferencia, estoy totalmente convencido, y al final es nuestra obligación.
[...] la situación ahora mismo es extrema, no hay una autoridad legalmente responsable, están totalmente solos, no tienen a quien acudir [...]
¿La recaudación la destinaréis al Sahara?
Los beneficios que genere la película, si es que genera beneficios, que no está tan claro, van todos destinados a ayudar a los niños saharauis. Todavía no sabemos en qué modalidad pero más bien en sanidad o educación.
Supongo que detrás tiene que haber una producción muy fuerte para todo esto…
Bueno, nosotros somos dos, Javier y yo, no te creas que hay mucho más. Pero al final es lo mismo que hace muchísima gente, lo que hacéis vosotros, lo que hace cada familia que se trae un niño todos los veranos, eso sí que es digno de admiración, dedicar tu verano a ayudar a un niño refugiado, es mucho más loable que cualquier otra cosa; y me encanta cada vez que voy a los campamentos ver las cosas que hace la gente. Hay un movimiento cada vez mayor y queremos que salte de España a Francia, Estados Unidos, Italia... que la gente sea consciente y haga cosas.
Habéis realizado más de 70 entrevistas y muchas horas revisando imágenes de archivo. ¿Por qué habéis incluido animación?
La animación la vi clarísima porque era muy difícil para la gente entender la situación de los saharauis, esta cosa de que estuvieran divididos en dos, con unos territorios ocupados, el tamaño brutal del muro de casi 3000 Km… Y la mejor forma de explicarlo era visualmente. Hablé con Aleix Salo, un animador de Barcelona que hizo "Simiocracia" y "Españistán", que son geniales. Se emocionó y lo explicó de una forma fenomenal. Para quien no sabe nada sobre el Sahara, ni siquiera donde está, era muy difícil contar esta historia en 78 minutos.
Felicidades, Álvaro, por tu primer largo, por estos 78 minutos de documental interesantísimo, conmovedor y divertido. La edición es todo un acierto, ágil, sutil, hecha con mucho respeto y con mucho humor cuando puedes emplearlo. Simplemente imprescindible, gracias por este regalo.
Me alegro de que te haya gustado. Para mi era muy importante que tuviera un final optimista, yo lo soy y Javier también lo es. La película deja una vía abierta de que se pueden arreglar las cosas, que tú puedes participar en ayudar, creo que ese es el objetivo de la película y se consigue maravillosamente.
La película ya ha sido vista en Fisáhara, Cannes, Festival de Málaga y en varias salas de cine de nuestro país. Puedes mantenerte al día sobre lo que ocurre en el Sahara visitando el blog
territoriosocupadosminutoaminuto.blogspot.com.