FESCIGU

¿Por qué has hecho este cortometraje? ¿Qué querías contar con él? Por la necesidad de contar historias, de comunicar, algo que nos persigue a todos los cortometrajistas. Quería poner el foco en las agresiones sexuales recibidas por mujeres, pero desde otro punto de vista, desde otra mirada y lugar. En una situación tan complicada como la actual, ¿cómo has conseguido financiar la producción de tu corto? La ayuda de la Comunidad de Madrid y lo recaudado en nuestro crowdfunding fueron unos empujones vitales. Pero aún así, los productores hemos arriesgado mucho en este trabajo. ¿Hay alguna anécdota del corto que quieras destacar? Una negativa: la nula disposición a colaborar del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón, localidad donde se rodó íntegramente el corto. ¿Cómo te tomaste la noticia de que tu corto estuviera seleccionado para participar en esta sección? Gran alegría. Cuando iniciamos la distribución teníamos marcado en rojo el Fescigú, no imaginábamos la vida del corto sin participar en este festival tratando el tema que tratamos. Hay quien piensa que la cultura es un lujo en tiempos de crisis, ¿qué opinas? El lujo que una sociedad no puede permitirse es la incultura. Este año el FESCIGU tiene como eje central a Internet. ¿Crees que la Red de Redes es una herramienta útil para la humanidad, o crees que sus peligros son mayores que sus beneficios? Un invento clave para la historia de la humanidad, beneficiosa si su uso es racional. Uno también puede morir de una ingestión de comida, pero ésta es vital para vivir. ¿Crees que desde el cine se puede hacer algo que contribuya a mejorar nuestro mundo? Por supuesto. El cine está muy presente en la vida de las personas. Si suscita debates y propone soluciones, ya está ayudando a que esto cambie.