Javier San Román
Ávila, 1967
Trabaja como creativo publicitario freelance. Como cineasta publicitario ha trabajado con varias marcas como MTV, Cadbury, Vodafone, LG, Junkers, Alfa Romero, etc. Asimismo, ha sido director y guionista de los cortometrajes 'Lección de historia', 'Viajeros', 'Proverbio chino', 'Madrid Moscú', 'Esto no es amor' y 'Combatidos'. Su interés por la publicidad le sirvió de inspiración para sus documentales 'La reina no está desnuda', 'Punto 50' y 'La neurona que no hizo zapping'. Es fundador del grupo de teatro El mono desnudo, y ha escrito las obras de teatro 'Amor de mono' y 'Héroes y cobardes', ambas programadas en teatros de Madrid.
Intérpretes
Pepe Maya
Rosalía Castro
Rodrigo Sáenz de Heredia
Productora
Javier San Román
Distribuidora
Agencia Chinatown
Productor ejecutivo
Javier San Román
Guión
Javier San Román
Director de fotografía
Alonso Hernández
Sonido
Ramón Rico
Montaje
Javier San Román
Música
Tonino Carotone
Entre todos
un cortometraje de Javier San Román
SINOPSIS
Historias de la clase media en tiempos de crisis o cómo mantener un nivel de vida a toda costa.
País de producción:
España
Lugar de rodaje:
Madrid
CONTACTO
ENTREVISTA A JAVIER SAN ROMÁN
¿Por qué has hecho este cortometraje? ¿Qué querías contar con él?
Fueron los actores Rosalía Castro y Rodrigo Sáenz de Heredia quienes me animaron a hacer este corto con ellos. El guión es resultado de una conversación que tuvimos sobre las consecuencias morales de la crisis. En tiempos de necesidad, la virtud es un lujo de clases, y las clases medias están empezando a no poder permitirse ese lujo.
En una situación tan complicada como la actual, ¿cómo has conseguido financiar la producción de tu corto?
Como se hacen este tipo de producciones: abusando de la generosidad de los amigos. Por suerte, no era un rodaje muy costoso.
¿Hay alguna anécdota del corto que quieras destacar?
Más que una anécdota es una reflexión: durante el rodaje discutíamos mucho si esta historia era verosímil. A algunos del equipo les parecía una exageración. Hoy no ha pasado tanto tiempo y ya dicen que nos hemos quedado cortos. La realidad ha superado la hipérbole. Cosas de la crisis.
¿Cómo te tomaste la noticia de que tu corto estuviera seleccionado para participar en esta sección?
Una enorme alegría porque conozco este festival desde hace años y tiene todo mi respeto tanto por la temática como por el esfuerzo que hace la organización para sacarlo adelante en tiempos difíciles.
Hay quien piensa que la cultura es un lujo en tiempos de crisis, ¿qué opinas?
Vivimos tiempos disparatados y cínicos. La cultura tiene un IVA de producto de lujo y yo creo que es un producto de primera necesidad. Me refiero a la necesidad de sentirnos seres humanos dignos; eso es lo que nos proporciona la cultura: la dignidad y la facultad de hacernos preguntas sobre el sentido de las cosas importantes de la vida. Para los que quieren convertirnos en animales esclavos de una maquinaria entonces comprendo que la cultura no sea necesaria e incluso peligrosa.
Este año el FESCIGU tiene como eje central a Internet. ¿Crees que la Red de Redes es una herramienta útil para la humanidad, o crees que sus peligros son mayores que sus beneficios?
Creo que Internet es un gran avance tecnológico que puede aportar muchas cosas al desarrollo justo del mundo. Para evitar que se convierta en un arma de autodestrucción aquí lo que hace falta es una revolución educativa que enseñe a la gente a usar su libertad con responsabilidad y pensando en el prójimo. Eso no tiene nada que ver con los que hacen Internet sino con los políticos y por desgracia soy bastante escéptico en este sentido. No es casualidad que los mismos gobiernos que ponen un IVA de producto de lujo a la cultura sean los que recortan la inversión pública en educación y hacen reformas para entregarla a organizaciones privadas con una visión muy sectaria y conservadora de la vida.
¿Crees que desde el cine se puede hacer algo que contribuya a mejorar nuestro mundo?
No soy tan ingenuo como para pensar que unas películas, por muy buenas que sean, pueden cambiar el mundo. Pero sí creo que el cine es parte de esa cultura a la que me refería antes: la que nos hace pensar en el sentido justo de las cosas y desafía a los poderes que se empeñan en decirnos que ellos saben mejor que nosotros lo que nos conviene. El buen cine abre la mente, despierta la inteligencia y además es un placer; no es poco.