Rosa Márquez
Madrid, 1978
Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense de Madrid. Es directora y guionista y además de 'Gajes del Oficio' ha dirigido los cortometrajes 'Crisis' (2011), 'Burocracia' (2010) y 'Muñecas' (2009).
Intérpretes
Geli Albaladejo
Rosa Márquez
Productora
Macondo Producciones
Productor ejecutivo
Rosa Márquez
Guión
Rosa Márquez
Director de fotografía
Andrés Garzas
Sonido
Pepe J. López
Montaje
Pepe J. López
Música
Salva Dávila
Gajes del oficio
un cortometraje de Rosa Márquez
SINOPSIS
Sole y Desi son dos profesionales de la belleza, muy curtidas en los gajes de un oficio más complicado de lo que parece...
País de producción:
España
Lugar de rodaje:
Madrid
CONTACTO
ENTREVISTA A ROSA MÁRQUEZ
¿Por qué has hecho este cortometraje? ¿Qué querías contar con él?
Quería contar una historia divertida en poco tiempo, sin muchas pretensiones pero que hiciera reír o al menos sonreír a aquellos que la vieran.
En una situación tan complicada como la actual, ¿cómo has conseguido financiar la producción de tu corto?
Llevo oyendo decir que el cine español está en crisis desde que tengo uso de memoria, así que la situación actual tampoco es nada nuevo, si bien es verdad que cada año hay menos ayudas y subvenciones, lo que complica las cosas a los que estamos empezando. En cualquier caso, hacer un corto siempre es un reto, porque lo habitual es tener escaso presupuesto y pocos medios, hay que tirar de amigos, pedir favores y agudizar el ingenio. Eso contribuye a hacer equipo y te vuelve más resolutivo. En el caso de 'Gajes del oficio' tengo que agradecérselo a Andrés Garzas y Miguel Velasco Muro, que me prestaron la cámara y el material de su empresa de alquiler, y por supuesto al resto del equipo, que trabajaron desinteresadamente y le pusieron muchas ganas.
¿Hay alguna anécdota del corto que quieras destacar?
Por suerte, 'Gajes del oficio' lo rodamos en un día y fue todo bastante tranquilito, sin muchos sobresaltos, pero podría contar todo tipo de anécdotas y problemas de otros rodajes. Recuerdo una vez, hace muchos años, que grabamos de noche en un descampado y presenciamos una persecución policial con tiroteo incluido, no he pasado más miedo en mi vida.
¿Cómo te tomaste la noticia de que tu corto estuviera seleccionado para participar en esta sección?
Me hizo mucha ilusión. Llevo varios años participando en festivales con distintos cortos y la verdad es que cada día hay mejores trabajos y la competencia es mayor, así que cuando te seleccionan en un festival, sobre todo si es conocido y tiene una trayectoria larga como el FESCIGU, siempre es una alegría.
Hay quien piensa que la cultura es un lujo en tiempos de crisis, ¿qué opinas?
Mientras el lujo es por definición es algo superfluo, la cultura es siempre necesaria, más, si cabe, en estos tiempos de crisis. Es lo que nos sirve para tener un pensamiento crítico y dejar constancia de nuestro paso por el mundo, aunque siempre habrá a quien le interese más convertirnos en rebaño.
Este año el FESCIGU tiene como eje central a Internet. ¿Crees que la Red de Redes es una herramienta útil para la humanidad, o crees que sus peligros son mayores que sus beneficios?
A menudo me pregunto cómo pudimos vivir tantos años sin Internet y me parece increíble. La Red pone a nuestra disposición toda la información a tiempo a real, ha simplificado nuestro trabajo, agilizado de forma increíble la comunicación y facilitado nuestro día a día. Por otra parte, su construcción horizontal, en la que los usuarios son también creadores de contenidos, lo convierte en un medio muy difícil de controlar por el poder. El único problema que le veo es que distrae demasiado: desde que tengo smartphone paso más tiempo leyendo Whatsapps y Facebook que libros, pero eso ya es problema mío y del uso que cada uno le quiera dar.
¿Crees que desde el cine se puede hacer algo que contribuya a mejorar nuestro mundo?
No creo que las películas puedan cambiar el mundo por sí solas, pero es cierto que influyen en nuestra forma de percibir la realidad y tienen la capacidad de llegar a mucha gente. Hay historias reales, personas, problemas y conflictos bélicos de los que apenas sabríamos nada de no ser por el cine; en ese sentido sí creo que puede contribuir a mejorar nuestro mundo o al menos a tomar conciencia de lo que pasa en él.