FESCIGU

¿Por qué has hecho este cortometraje? ¿Qué querías contar con él? Push Up nace, como la mayoría de mis historias, de algún trauma. Y como siempre, en lo que a traumas se refiere, los infantiles son los mejores. Yo siempre fui gordo, con gafas y seguía leyendo cómics cuando mis compañeros ya consideraban que eso era para niños pequeños, así que supongo que tengo para dar y regalar. Sin embargo, no suficiente con los míos, también me llaman la atención los traumas de los demás. Por ejemplo, en las clases de mi colegio la proporción era de 28 chicos para 2 chicas. Y yo siempre me he preguntado qué clase de traumas locos puede provocarte el ser el objeto de deseo de tantas hormonas. Porque visto desde fuera, sólo se ven ventajas, pero ellas no parecían nada contentas. Y un poco de ahí viene… En una situación tan complicada como la actual, ¿cómo has conseguido financiar la producción de tu corto? Ya tengo el chip de escribir historias muy pequeñitas que se puedan rodar sin presupuesto (no con “poco”, SIN). Por eso doy especial importancia a los diálogos, y al mundo interno de los personajes. Para eso lo más importante es que los actores sean buenísimos o si no, la cosa no funciona. Por suerte, en Push Up es así. ¿Hay alguna anécdota del corto que quieras destacar? El diálogo que tienen durante los créditos Julián López y Mariam Hernández es totalmente improvisado, sólo les di la directriz de 'seguir discutiendo', hicimos varias tomas y hemos metido en la que menos se ríen. ¿Cómo te tomaste la noticia de que tu corto estuviera seleccionado para participar en esta sección? Participar en Fescigu en cualquier sección es un honor, pero creo que Push Up encaja especialmente en la sección requetecortos porque es un corto que gusta mucho al público. La gente lo disfruta. Hay quien piensa que la cultura es un lujo en tiempos de crisis, ¿qué opinas? No creo que nadie piense realmente eso… sí creo que hay toda una corriente de opinión, sobre el cine concretamente, que hace que la gente lo perciba como muy caro. Creo que se solucionaría si imitáramos el modelo francés, en el que una película americana no cuesta lo mismo que una francesa o que una europea. El que cobren lo mismo por ver El Hobbit que por ver La Soledad de Jaime Rosales, fomenta que se vea el cine como un sacacuartos. Este año el FESCIGU tiene como eje central a Internet. ¿Crees que la Red de Redes es una herramienta útil para la humanidad, o crees que sus peligros son mayores que sus beneficios? Internet es tan buena o mala como el uso que demos de ella (me he caído de un guindo con esta reflexión). Yo particularmente tengo sentimientos encontrados. Soy muy analógico, no leo libros en el ordenador ni descargo películas. Hasta sigo imprimiendo las fotos en papel. Pero me documento por Internet, me informo por las webs, uso Twitter y Facebook… es imposible huir. Sinceramente, creo que el mayor peligro que tiene internet es el anonimato, si la gente estuviera obligada a firmar con su nombre TODO, otro gallo cantaría. ¿Crees que desde el cine se puede hacer algo que contribuya a mejorar nuestro mundo? SÍ. Se puede. Estoy seguro de que muchos de los valores morales se transmiten por la cultura, y si bien creo que nadie está obligado a hacer cine con responsabilidad social, lamento cosas como que el Superman de “El hombre de Acero” (2013) vea ético partir cuellos a los malos o que destruir ciudades enteras sea un daño colateral aceptable. Creo que Superman debería ser un ejemplo de inteligencia sobre la violencia.