Benito Zambrano es uno de los directores de cine más interesantes del panorama español. Creador de 'Solas', 'Padre Coraje', 'Habana Blues' y 'La voz dormida', sus películas siempre cuentan con un magnífico guión, y una estupenda dirección de actores, además mostrar historias que inevitablemente nos llevan a la reflexión, ya que Zambrano es un maestro del realismo social.
Entrevista por Montse de la Cal
[...] el cine es el elemento de propaganda más importante que ha habido jamás [...]
Psicólogos y sociólogos afirman que el cine ha influido notablemente en la manera de entender el amor. Por ejemplo, el hábito de besarse en los labios llegó a nuestro país con las películas americanas. ¿El cine manipula nuestros sentimientos?
El cine no solo manipula sino que tiene que manipular. ¿Qué disciplina artística no manipula los sentimientos? El arte, a través de ese juego con las emociones, los sentimientos y la inteligencia del espectador, lector o receptor de ese arte, hace que las personas se modifiquen, mejoren, le den otro sentido a su vida. El arte que no manipula me parece un arte malo y no me lo creo.
Hay estudios de cómo bajó el índice de suicidios tras el estreno de 'La vida es bella'. ¿Nos puede cambiar tanto la vida una película? ¿Más que otras expresiones artísticas?
Sí, sí, por eso el cine se ha convertido en un fenómeno de masas. Porque a ti como receptor te exige menos esfuerzo que coger un libro, sentarte a ver un cuadro, o leer poesía. El cine mueve mucho, se transmiten muchas ideologías, sentimientos, maneras de ver la vida, y si no fuera así los americanos no hubieran creado esa industria del cine, con todo el marketing y merchandising que ponen en funcionamiento.
Entonces, ¿el cine es mucho más fácil de consumir que un libro? Hay quién dice que leer nos hace reflexionar con una profundidad mayor, nos hace más libres. Por eso no interesa que leamos libros.
El libro, nada más que por el proceso de lectura, en el cual empleas una semana, dos, un mes, mientras vas reposándolo, madurándolo, no tiene nada que ver con el fenómeno de una película. El éxito del cine americano comercial, de aventuras o de evasión, radica en una hora y media de montaña rusa, en la que no te da tiempo a procesar nada, solo a sentir. Otra cosa es lo que tú hagas con el rescoldo, si es que la película te ha dejado algo y te puede modificar con el tiempo.
Otro ejemplo que nos dan las estadísticas: después de 'Mejor imposible' se dispararon en EEUU las consultas psicológicas sobre trastornos obsesivo-compulsivos ¿Podríamos decir que el cine, para bien y para mal, es un arma de grandes masas?
Yo creo que sí, es una herramienta muy potente. Si los americanos la han utilizado es que es importante. Hitler se dio cuenta también en su momento. El cine americano, en época de guerras, cuando quería promover el patriotismo, sabía hacer películas que lo fomentaran, igual que cuando quieren modificar la opinión pública y gastar más dinero en armas, hacen películas geniales sobre extraterrestres que invaden la Tierra, y promocionan la peli al máximo. El cine es el elemento de propaganda más importante que ha habido jamás.
[...] yo creo que tenemos que tener esa responsabilidad, de hacer algo útil con el cine [...]
Cóppola en 2011 afirmó que 'quien controla el mundo tiene a los artistas trabajando para él'. Y añadió: 'El arte siempre lucha por la verdad y queremos que la gente vea una película donde pueda ver su rol o hacia donde deben ir'. Como creador de cine, ¿sientes esta responsabilidad?
Siento que lo que yo vaya a contar tiene que merecer la pena. No quiero que un espectador vaya a ver una peli mía y pierda dos horas de su vida y siete euros. Y necesito sentir que lo que hago me sirve a mí también, para aprender, para ser mejor persona. Después quiero que todo eso llegue a la mayor cantidad de gente, porque es un esfuerzo enorme, a mí me cuesta más de tres años de vida. Con 'La voz dormida' estuvimos cuatro años hasta que se estrenó. Deseo que mi peli se vea, funcione, la gente se lo pase bien. Como decía el maestro Buñuel, a partir de que no aburramos puede venir todo lo demás, la inteligencia, la emoción, etc. Yo creo que tenemos que tener esa responsabilidad, de hacer algo útil con el cine.
¿Los cineastas en España reconocen el poder y la manipulación que posee el cine?
Algunas veces doy clases a guionistas, actores, directores… Siempre parto de que nosotros somos comunicadores de historias, sentimientos y emociones. Si un comunicador no sabe que manipula es que es medio tonto. Todos los que nos dedicamos a contar historias manipulamos la realidad. Es más, el espectador paga para tener 'tu visión' de cómo manipulas la realidad, que me cuentes historias desde algo particular tuyo.
Michael Haneke, Príncipe de Asturias de las Artes 2013, dijo: 'El cine se ha hecho culpable como casi ninguna otra expresión artística. Con su peligrosa eficiencia en temas propagandísticos, ha puesto en peligro el destino de miles de personas'. Citó ejemplos como Leni Riefenstahl (la cineasta cabecera del partido nazi), y Eisenstein (glorificador del totalitarismo soviético). Haneke manifestó que 'es fundamental la sinceridad en el cine'. Pero tanto Riefenstahl como Eisenstein, fueron sinceros con el cine que hacían porque comulgaban con lo que estaba ocurriendo… ¿esto les redime?
Está claro, el país que controla y gobierna una etapa de la historia, pone a su servicio todas las armas posibles para propagar su ideología. No hay película americana donde no salga la bandera americana. Entiendo que el arte en general siempre ha sido más de izquierdas porque tiene que ir por delante, explorar nuevos caminos, abrir puertas. Sin embargo, el poder económico es más conservador, de derechas. Así tenemos las grandes contradicciones en el cine americano de creadores que promulgaban una ideología y sus vidas eran otra cosa. Por ejemplo, esas películas con familias perfectas, personas perfectas, y sin embargo, ¿qué era de sus vidas? ¿La vida de los artistas de Hollywood? Aquí hay una gran contradicción entre lo que eres y lo que haces y vendes. Yo intento con mi trabajo ser lo más coherente posible. Pienso que a veces hacemos cine para buscar ser mejor de lo que somos. Fuera de Hollywood, creo que la mayoría de los cineastas lo intentamos. Aunque, si me hubiera tocado la época nazi y el proyecto de Hitler me hubiera convencido, seguramente hubiera puesto mi talento a su servicio, igual que ahora intento ponerlo al servicio de lo que yo creo.
[...] no estamos haciendo un cine humanista-social que se meta a fondo en los dramas que estamos viviendo [...]
¿Qué films recuerdas que te han influido más a lo largo de tu vida?
He de decir que no soy muy cinéfilo. Veo las películas como las ve cualquiera. Vengo de un pueblito de Sevilla, Lebrija, y cuando tenía 10 años, mi madre me daba 10 pesetitas para ir al cine. Veía lo que venía en esa época, todas las películas de Sansón contra la momia, los 10 gladiadores contra no sé qué, el santo enmascarado contra las amazona, Tarzán, etc. Había cinco salas en el pueblo y cuando tenía 14 años desaparecieron, así que me considero de la cultura de la televisión. Me veía todas las grandes series y me impactaron 'Mazinger Z', 'Marco' y 'Heidi', que lo vimos ya con no sé qué edad. Realmente empecé a ver y revisar el cine cuando me fui a estudiar a la escuela de San Antonio de los Baños, y era ya un chico grande con 27 años. Entonces no te puedo decir que me haya influenciado especialmente ningún director ni película. Cuando estoy trabajando veo pelis que me interesan sobre lo que voy a rodar.
Y ahora, ¿tienes algún tipo de cine favorito?
Me gusta todo el cine, menos las películas de terror y gore. Disfruto con el western, y entonces me veo todo de John Ford; me gustan las películas de aventuras, de ciencia ficción. Los musicales me encantan, de hecho algún día quisiera hacer un musical.
¿En España los directores sufrís algún tipo de presión para elegir rodar una película u otra?
La presión económica. Está costando mucho hacer una película. Además tenemos la desgracia de que el cine depende prácticamente de tres cadenas de televisión. Que al elegir unos proyectos y otros no, están condicionando la producción de cine. ¿Podrían salir otros proyectos? Difícil. Por ejemplo, proyectos complicados, ambiciosos, de época, que cuesten más de tres, cuatro, cinco millones, son imposibles de asumir si no tienes financiación internacional, y no la tienes si no ruedas en inglés y cuentas con actores internacionales. Entonces te planteas que ahora hay que hacer películas pequeñas y tienen que ser de este contexto, y cuidado, no lo hagas muy dramático porque quizás las televisiones... En mi caso, afortunadamente, estoy trabajando en los proyectos que quiero, obviamente condicionado por el momento.
En tus películas denuncias temas sociales, ¿esto se lleva en nuestro país? ¿Y en Estados Unidos?
En Estados Unidos no lo sé muy bien. Cuando estoy en proceso de creación me concentro mucho y no sé qué se está haciendo por allí. Desde luego en España hay poco, incluso en televisión. Estos temas se tocan, pero en general con bastante superficialidad. No estamos haciendo un cine humanista-social que se meta a fondo en los dramas que estamos viviendo. Hay un problema, hacer cine es lento, la realidad es más ágil. Nos falta esto, ser como una ONG de cineastas sin fronteras, que reaccionáramos inmediatamente a lo que está pasando para ser portavoces de los acontecimientos. Pero el aparataje del cine aun no lo permite, aunque las cámaras sean mucho más ligeras.
[...] el país que controla y gobierna una etapa de la historia, pone a su servicio todas las armas posibles para propagar su ideología [...]
El cine modifica sentimientos como el amor, el odio, la solidaridad, la política. Pero sobre todo modifica la historia. ¿Es tu película 'La voz dormida' una aportación a la historia reciente de España?
Quisiera pensar que sí, que he aportado mi granito de arena. Desde que leí 'La voz dormida' de Dulce Chacón, hasta todo lo que después investigué, sentí que sabemos muy poco de lo ocurrido y lo hemos contado mal. Afortunadamente en mi pueblo no hubo guerra civil, pero sí represión. Como se decía, nos acostamos republicanos y nos levantamos nacionales. No hubo batalla, simplemente al día siguiente llegaron, tomaron el pueblo, se cargaron no sé cuanta gente y no dio tiempo a armar una resistencia. Con el tiempo, lo que nos transmitieron los mayores es que la guerra civil había sido muy mala, que se habían matado unos contra otros, y que lo que necesitábamos era paz y trabajo. Así se extendió el pensamiento de que todos habían sido igual de culpables, en una guerra terrible entre hermanos. Cuando empecé a investigar, a leer testimonios, e incluso hablar con gente que lo vivió (tuve la suerte de hablar con mujeres que habían sido represaliadas en las cárceles del franquismo), te das cuenta que no hemos contado ni el 25% de lo que pasó. No hemos afrontado los hechos, no se han analizado. Todo ha sido, vamos a la transición, a hacer borrón y cuenta nueva. Y el que sufrió y lo pasó mal se quedó como estaba, y el que disfrutó, ganó dinero, medró, y fue cómplice del franquismo y la tortura, se le premió con el silencio y el olvido. No interesa remover nada, porque aún vive mucha gente importante que se benefició con empresas y negocios.
Las políticas de apoyo a la cinematografía, ¿tienen en cuenta los mensajes que transmiten las películas a la hora de resolver las ayudas?
Si te digo la verdad, no tengo mucha idea. Sé que hay un comité de selección y depende de quién lo forme. Yo sufrí eso con 'Solas'. En el año 97 presentamos el proyecto para ayudas a nuevos realizadores, y no me dieron nada. En el 98 cambió el comité de selección y sí nos dieron la ayuda. Visto los resultados de lo que significó después 'Solas', parece que el comité se equivocó. Si en el 98 no cambia el comité, nos habrían vuelto a denegar la ayuda y 'Solas' se hubiera quedado en el cajón. Porque ningún productor arriesga por una peli de una vieja jodida, un viejo que se mea en la cama y una niña alcohólica. Así que depende mucho de los comités. No creo que haya una directriz que imponga qué tipo de cine hay que hacer. Pero quien da las subvenciones puede elegir un comité determinado sabiendo qué tipo de películas te gustan… habrá que confiar en la seriedad y rigor de la gente que hay ahí.
¿Qué opinas del cine que ven los niños y los adolescentes?
No sé, llevamos una semana nada más que escuchando a Violeta y viendo Violeta, están montando un show con bailes de Violeta… Bueno, también vimos 'Toy story', que me encanta, y 'Shrek' que me parece genial. Hay un cine de animación estupendo con ideas fantásticas. Creo que en general la animación es mucho más ingeniosa, divertida, fresca, que el cine de ficción. Otra cosa son los valores qué transmiten, que al final son los mismos que en los mayores. Intentan que los niños sean buenos, que quieran a sus amigos, que luchen por la justicia, la verdad… lo malo es cómo lo cuentan. Además, se ve demasiada televisión. Es que habría que cambiar tantas cosas, el sistema de educación entero.
[...] lo importante es el diálogo que los padres mantengamos con los niños para que entiendan lo que les está llegando [...]
¿Hay que elegir las películas que ven nuestros hijos?
Muy buena pregunta. No sé si es bueno que vean todo, o seleccionar las pelis y convertirte en una especie de censor, no lo tengo muy claro. Muchas veces pienso que mis padres no se preocupaban de esto porque no se enteraban de nada. Mi padre y mi madre, que eran casi analfabetos, no sabían lo que yo veía en el cine, y en casa se veía lo que ponía la tele.
Pero los padres que no pondrían a sus hijos 'Expreso de medianoche', no se plantean que los niños ven películas americanas con gran contenido de agresividad y violencia. O películas con roles estereotipados hombre-mujer, o donde buscar la fama rápida, el dinero, la belleza corporal, se convierte en el único objetivo.
Pues sí, así es. Y en eso no hay límites. Las televisiones, que supuestamente tienen unos comités éticos, para empezar deberían censurar la publicidad. Porque tú puedes poner un programa maravilloso y corte a publicidad. Los valores que te vende la publicidad son más estereotipados e insistentes que los que tiene una peli. Y todos nos retroalimentamos, el cine se retroalimenta de la publicidad, la publicidad del cine y la televisión... Tendríamos que entrar en un asunto bien gordo, porque deberíamos modificar todo el sistema, no solo matar al mensajero que es el medio audiovisual, el cine y la tele. Lo importante es el diálogo que los padres mantengamos con los niños para que entiendan lo que les está llegando. Y así puedan madurar y crecer separando el grano de la paja. Porque prohibir o quitar, son palabras que no me gustan. Si se lo censuras, lo van a ver en casa del vecino, o en YouTube.