Gustavo Duch es coordinador de la revista Soberanía Alimentaria y autor de varios libros como “Con los pies en la tierra”, o “Lo que hay que tragar”. Siempre vinculado a movimientos por la Soberanía Alimentaria de los pueblos, ha sido durante veinte años director de Veterinarios sin Fronteras, miembro de la Junta Directiva de la Plataforma Rural y presidente de Agora NordSud.
Entrevista por Montse de la Cal
[...] Con los alimentos básicos, cereales y leguminosas, se especula igual que con el oro o cualquier otro producto de bolsa [...]
¿Qué sectores de la alimentación cotizan en bolsa?
Cuando compramos una barra de pan pensamos que el precio está marcado por la oferta y la demanda, que depende de si la cosecha ha sido mejor o peor, pero hay que entender que los precios se marcan en Chicago y en Nueva York, en las bolsas. Con los alimentos básicos, cereales y leguminosas, se especula igual que con el oro o cualquier otro producto de bolsa. Si además entendemos que quienes tienen la capacidad de actuar en Chicago o Nueva York son grandes fondos de inversión o grandes empresas agroindustriales, comprenderemos que serán los intereses de estas corporaciones los que provocarán movimientos al alza o a la baja. Así, en los años 2008 y 2011 hemos padecido crisis alimentaria a nivel planetario, los precios de los alimentos básicos han subido de una forma incomprensible. La respuesta es que estas instituciones solo miran el resultado de sus bolsillos, que no tiene nada que ver con las necesidades de las familias, la pobreza, el hambre.
¿Cuándo se comenzó a especular con la comida?
Con lo que se especula en las bolsas no son paquetes de arroz, sino contratos de cosechas a futuro. Yo soy agricultor y vendo mi cosecha a un especulador y le digo, si me compras mi cosecha del 2020 te hago un precio fijo, así yo ya no tendré que arriesgarme, no dependeré de las inclemencias. El que va a especular, el que va a jugar con el riesgo, es la persona que compra el contrato, eso se ha hecho toda la vida. El asunto es que a partir de 1920 esos contratos entran en bolsa y lo que se vende una, dos tres, hasta veinte veces, es el mismo contrato basado en una única cosecha, que va pasando de mano en mano generando burbuja especulativa. De hecho el crac del 29 responde, entre otros elementos, a las burbujas producidas por esos contratos con los alimentos. Posteriormente se prohibieron, pero vuelven a aparecer en escena a partir de los años 90, por presión de fondos de inversión como el famoso Goldman Sachs. La especulación con la comida viene a sustituir la caída o la burbuja inmobiliaria.
¿La especulación con los alimentos influye en las hambrunas de los países más pobres?
Buena parte del hambre en el planeta es por razones especulativas. Hay cifras que explican la cantidad de personas que pasaron hambre y pobreza a partir del pico de subida de los alimentos. Si somos personas que tenemos que vivir prácticamente al día, en la raya del límite de comer o no comer, que te suba el precio de los alimentos como subió, prácticamente el doble, a partir de estas pautas especulativas, directamente te lleva a la orilla de la insuficiencia alimentaria.
[...] Buena parte del hambre en el planeta es por razones especulativas. Hay cifras que explican la cantidad de personas que pasaron hambre y pobreza a partir del pico de subida de los alimentos [...]
¿Con la tierra también hay compra-venta a nivel internacional?
Si seguimos pensando con esa mente sibilina de los especuladores, nos daremos cuenta que el bien más preciado del planeta es la tierra fértil. Mark Twain decía "compren tierra porque no se fabrica más". La tierra es finita, quien controle la tierra fértil controlará el mundo. Esa idea no se les ha escapado en absoluto a estas grandes firmas especulativas, agro-negocios, poder financiero, y están a la caza y captura de tierra fértil por todo el mundo.
¿Qué países están comprando tierra fértil y dónde?
Hay estados que, porque se saben frágiles alimentariamente hablando, están comprando tierra a otros países. Es el caso de China comprando tierra en África, Arabia en Ucrania, Corea del Sur que pretendía hacerlo en Madagascar. Esta es una tipología de acaparamiento de tierras. Pero luego hay grandes fondos de inversión comprando las mejores tierras, por ejemplo, de Ucrania, Rumanía o muchas zonas de África y Sudamérica. Recientemente publicamos en la revista Soberanía Alimentaria como Rabobank, un gran banco holandés que la mayoría conocemos por las vueltas ciclistas, estaba comprando parte de las mejores tierras de Rumanía, y que expulsan a las personas campesinas que viven en esas tierras. Y todo está relacionado, las mujeres que cultivan las fresas en Huelva son antiguas campesinas rumanas expulsadas de su territorio por fondos de inversión.
¿Cuáles son los organismos que velan para que la alimentación sea sana, sostenible y responsable?
La respuesta es muy negativa. En la Unión Europea, su política agraria común (PAC), la de EEUU (Farm Bill), la política del Ministerio español, son políticas que favorecen descaradamente, con muchísimo dinero, permisos y privilegios, al sistema agrario industrial. Por esto, en el Estado español, somos el tercer país del mundo en producción porcina, porque tenemos detrás una administración que lo pretende y se enorgullece de ello. Para rescatar experiencias que favorezcan una agricultura a pequeña escala, de temporada, hemos de irnos al ámbito local. Con los cambios en muchos gobiernos municipales se está detectando una sintonía y hay ejemplos muy bonitos; el Ayuntamiento de Barcelona ha iniciado algunos procesos a escala de ciudad interesantes, pero también hay ejemplos en pequeños municipios del Estado español que están abordando el tema del sector primario.
A años vista, ¿cuál es el resultado en Europa de la Política Agraria Comunitaria, la PAC?
La PAC ha sido una Política Agraria Capitalista, me gusta decir a mí, o una política de chantaje. Ha cogido a los agricultores y les ha dicho, ustedes van a producir esto y yo les voy a dar una subvención. Y lo que podría ser una oportunidad, es un chantaje para tenerlos secuestrados dando respuesta a “su” modelo de sistema alimentario. La fotografía es muy clara, solo en el sector lechero ha habido miles de granjas cerradas. Se ha ido expulsando a los pequeños en favor de los grandes productores. El Estado español, en los años de la PAC, que son muchos, solo en el tema de cabaña ganadera, ha aumentado año a año el número de cerdos, vacas, ovejas y cabras. Pero a la vez, han disminuido a un ritmo vertiginoso las granjas. ¿Qué lógica hay? Que cada vez tenemos granjas más grandes gestionadas por menos ganaderos.
[...] Cuando vemos legumbres de miles de kilómetros en un supermercado, e incluso si las vemos a un precio inferior a las de algún agricultor cercano, es obvio que el precio no tiene nada que ver con el valor [...]
¿Por qué en los supermercados las legumbres de Canadá salen más baratas que las de aquí?
Cuando vemos legumbres de miles de kilómetros en un supermercado, e incluso si las vemos a un precio inferior a las de algún agricultor cercano, es obvio que el precio no tiene nada que ver con el valor, como decía el poeta Machado. Esos precios son ficticios, totalmente alterados, llevan subvenciones al petróleo, a la exportación, privilegios en el modelo productivo. Mientras que el otro modelo, el artesanal, no solo es un modelo que no lleva privilegios, sino que lleva cargas.
¿Cómo ayudamos más a los agricultores de los países empobrecidos, comprando las legumbres de Castilla o las de su país?
Cuando importamos calabazas de Sudáfrica, quienes nunca ganarán dinero serán los propios campesinos. Ahí estará ganando dinero la multinacional, el importador, muchas veces el capital español de por medio, pero el agricultor que habrá puesto el sudor detrás de esas calabazas es un explotado con total seguridad. Hemos podido viajar y conocer la realidad de los países del sur y siempre nos dicen los mismo, no nos ayudéis, multiplicad campesinos en vuestros territorios, comprar alimentos locales, volved a los huertos, a la temporada. Volved a poner en valor la vida antes de poner en valor los negocios.
¿España es autosuficiente, alimentariamente hablando?
Tanto España como Europa son deficitarias a la hora de producir sus propios alimentos. En el Estado consumimos entre un 60% y un 70% de alimentos que provienen de fuera. Porque ya no los producimos, nuestro territorio agrícola está despoblado y solo producimos fruta o cerdos para la exportación, o cereales para alimentar a los cerdos. No hay unas políticas que apoyen las producciones nacionales. ¿Y cómo nos nutrimos? Por una fuerza centrípeta, tenemos poder adquisitivo y eso nos permite comprar alimentos producidos en la periferia. ¿Por qué se pasa hambre en los países del sur? Porque están produciendo para los países ricos. El alimento viaja atraído por esa fuerza centrípeta que es el poder adquisitivo. Mientras nosotros estemos comiendo atún pescado en Somalia, significa que los pescadores de Somalia no pueden alimentar a sus familias.
¿Depender tanto de la importación de alimentos nos acarreará problemas en el futuro?
Cuando nos preguntamos si tendremos una crisis alimentaria, nos sentimos fuertes, porque vivimos en un país potente, con recursos. Creo que esto deberíamos de revisarlo, porque nuestros estados muy industrializados son a la vez muy vulnerables. En la medida en que el precio de los alimentos, que va ligado al del petróleo, vaya encareciéndose, los estados poco agrícolas sufriremos antes las consecuencias que los estados más rurales. Lo cual tiene un punto de justicia, porque hasta la fecha son los países industrializados los que expolian, ahogan, exprimen, a los países que están dedicándose más a la agricultura.
España importa frutas y hortalizas, pero también exporta frutas y hortalizas, ¿por qué ocurre esta locura?
El sistema alimentario actual se parece a un manicomio porque no se regula. El agricultor argelino que vive en Francia, Pierre Rahbi, a la vez, político, escritor y filósofo, siempre explica la anécdota real que leyó en un periódico, donde dos camiones chocaron de frente en Perpiñán. Un camión subía por el Levante, seguramente con mercancías producidas en Almería, y el otro bajaba de Holanda, y chocaron frontalmente. La sorpresa fue cuando se desparramaron las mercancías, el camión de Holanda llevaba tomates, y el camión de Almería llevaba tomates. Esa fotografía de manicomio responde a desregular el sistema alimentario. Si no ponemos medidas y no regulamos, el alimento nunca va a viajar por razones de necesidad, solo por razones económicas.
[...] el aceite de palma que está en toda la bollería, en las pizzas, en el Filadelfia, en la Nutella, la Nocilla, en todos los alimentos híper-procesados y que es el responsable de las mayores, y nunca vistas hasta la fecha, deforestaciones en el mundo [...]
Hablemos de nuestro vecino Marruecos, que parece que está invadiendo los mercados de España y Europa.
Para entender la relación de España con otros países, por ejemplo Marruecos, el concepto de Soberanía Alimentaria es muy importante, porque rompe esa mirada de que unos competimos con otros, en la medida que si el agricultor español gana mucho dinero empobrecerá al marroquí o al revés, eso es totalmente falso. Como hay que verlo es que los pequeños agricultores del territorio español y los pequeños agricultores de Marruecos siempre están en el mismo bando.
Pero entonces, ¿en Marruecos se está consolidando un tejido agrícola asentado y bien remunerado?
Cuando nosotros importamos en invierno tomates de Marruecos, esos tomates han sido producidos en invernaderos, con explotación fundamentalmente de mujeres. Invernaderos controlados por muy pocas empresas, muchas de ellas ligadas con la monarquía marroquí. Esos alimentos han producido pobreza campesina a la vez en Marruecos y en los agricultores locales del Estado español. Por eso, la fuerza de la Soberanía Alimentaria rompe con ese esquema y agrupa a los pequeños campesinos de todo el mundo frente a los modelos agroindustriales. No es un problema entre naciones, es un problema entre modelos.
¿Qué te parecen los súper-alimentos de moda, como la quinoa?
Muchas personas queremos cuidar más lo que comemos y tenemos una mente muy abierta, pero es verdad que a veces llegamos a extremos como estos nuevos alimentos, o súper-alimentos, y acabamos importando quinoa de Bolivia o Perú, u otras cosas muy poco conocidas en nuestra dieta. No es, desde mi punto de vista, la mejor respuesta, porque estamos de nuevo replicando el modelo de dependencia de los alimentos exteriores y de tener personas lejanas produciendo alimentos para nosotros, en lugar de hacerlo para ellos. Mientras tanto nuestros agricultores no saben qué producir.
Si compramos en un súper, ¿qué productos ingerimos todos los días aunque no nos enteremos?
Aceite de palma que está en toda la bollería, en las pizzas, en el Filadelfia, en la Nutella, la Nocilla, en todos los alimentos híper-procesados y que es el responsable de las mayores, y nunca vistas hasta la fecha, deforestaciones en el mundo. El nivel de CO2 por quemar selva para dar espacio a la palma africana es de un porcentaje brutal a nivel de cambio climático. El segundo componente es la soja. Enormes extensiones en Paraguay, Argentina, Bolivia, Uruguay, produciendo soja para alimentar a nuestra ganadería industrial. Cada vez que comemos huevos, leche, carne, todo eso ha sido criado en animales estabulados, en unas condiciones de muy poco bienestar animal, engordados con soja que ha sido de nuevo producto de la deforestación, en su caso soja transgénica, que se acompaña con la fumigación de un pesticida que la propia Organización Mundial de la Salud declaró como cancerígeno. Y el tercer ingrediente básico de nuestra dieta es el petróleo. Todo lo que comemos lleva al final una carga de petróleo porque está viajando y está producido por modelos con una maquinaria intensiva que exigen mucho de este combustible. Es decir, dependemos de tres productos que no se producen en el estado español, aceite de palma, soja y petróleo.
[...] dos camiones chocaron de frente en Perpiñán. Un camión subía por el Levante, seguramente con mercancías producidas en Almería, y el otro bajaba de Holanda, y chocaron frontalmente. La sorpresa fue cuando se desparramaron las mercancías, el camión de Holanda llevaba tomates, y el camión de Almería llevaba tomates [...]