Alicia está merendando con su familia a orillas del río Ebro, en Zaragoza. Tras arrojar el envoltorio de una chocolatina al río, un siluro, cansado de que no paren de tirar plásticos a su casa, saldrá del agua para comerse a la niña. Su familia, asustada, llama con urgencia al Capitán Spriki, un peculiar superhéroe de la ciudad que ayudará a Alicia de las maneras más inesperadas y divertidas.
Estudia artes del circo en la Escuela Superior de las Artes del Circo de Bruselas, y crea su propia compañía de espectáculos, la Compañía Seon. Más tarde decide llevar su universo escénico a la pantalla a través de un personaje, el Capitán Spriki.